mayo 19, 2010

Nunca habia tenido el corazón tan rojo..


La flecha envenenada quedó neutralizada y los fuegos artificiales volvieron a hacer explosión en mi corazón. Ahora entendía. Esto era el verdadero amor, la clase de amor que siempre había estado buscando y que había estado en mí misma durante todo ese tiempo. Aquella revelación empezó a precipitarse por todo mi cuerpo como un bolo de epinefrina inyectado a través de un tubo intravenoso. ¡Tantas penalidades! ¡Tanto amor no correspondido en relaciones anteriores! Lo absurdo de todo aquello se extendía ante mi vista con absoluta claridad. Lo único que tenía que hacer era verme a mí misma y tal y como era, quererme por lo que era, y luego simplemente compartir ese amor. Que me correspondieran o no, poco importaba. Lo que contaba de verdad era permitirme sentir algo auténtico, querer de verdad sin necesidad de recibir algo a cambio. ¿Por qué no lo había comprendido años atrás? ¡Cuánto dolor me hubiera ahorrado!
Joe me apretó las manos con más fuerza y dijo:
-¿Ves?, desde el principio era tu amor propio lo que te impedía amar. No querías dar nada a menos que te garantizaran algo a cambio. Aún no sabías que el verdadero placer está en dar.

(Del libro "Dios vuelve en una harley")



-Pasen un buen miercoles :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario